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El Centro de Interpretación de las Especies Micológicas o Museo Micológico es único en España por sus características. Se ubica junto a la piscina municipal de Rabanales y está dedicado a las setas que se pueden encontrar en los bosques de comarca de Aliste.
La visita guiada al centro dura una hora aproximadamente, y en ella un monitor especializado introducirá a los visitantes en el mundo de la micología, mostrará las especies más frecuentes en la zona y ofrecerá las claves que permiten realizar una recolección sostenible (guiada por las buenas prácticas medioambientales).
La visita por parte de escolares es especialmente aconsejable ya que el museo destaca por su carácter didáctico. En las instalaciones se expone una gran variedad de especies de hongos. En medio del centro se puede ver además una seta gigante, que tiene una altura de 4,5 metros y constituye uno de los ejemplares más espectaculares que se muestran. El museo se completa con un aula con cocina, que puede usarse como sala de degustaciones y reuniones, una tienda de venta de setas y una librería especializada en libros sobre las setas, su recogida y cultivo. Leer más
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El municipio de Rabanales cuenta con un gran número de vestigios que nos hablan de su pasado. Entre ellos destaca la presencia siete antiguos castros. Cuatro de ellos se encuentran en el pueblo de Rabanales, siendo el Castrico, inmediato a la población, el que más restos materiales ha aportado, muchos de los cuales podemos observar dando un simple paseo por las calles del pueblo.
Entre ellos se conservan basas de columnas, sillares e incluso una dedicatoria al emperador César Augusto. En la propia iglesia parroquial de San Salvador se observan, incrustadas en su fachada, varias estelas funerarias de época romana. En su parte exterior destaca la presencia de dos falos de granito, que se cree fueron erigidos como símbolo de fertilidad. Junto a la iglesia de Santa Eulalia, en la vecina localidad de Ufones, existe una pieza semejante (denominada popularmente el rollo) cuya interpretación parece más compleja. Leer más
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Cuentan nuestros mayores que, en tiempos pasados, hubo en la zona una gran peste que acabó con la vida de muchos vecinos.
Aquellos que se libraron, acudieron a una zona apartada del pueblo en medio del bosque conocido con el nombre de “Corral Pintado”, cercano a uno de los cuatro castros que rodean el pueblo, el denominado “Castro La Luisa”, pesaron las aguas y comprobaron que el líquido más ligero era el que brotaba de “la fuente de los enfermos” y acudieron allí para abastecerse, en un intento de recuperar la salud perdida. Al parecer la mejoría era rápida, por lo que su popularidad se extendió, y hoy en día todos siguen hablando de la bondad de estas aguas, asegurando que su calidad es superior a las de cualquier otra fontana. Leer más