Fradellos

Geografía

Su casco urbano se asienta en la falda de una colina y a orillas del arroyo Cebal. Cuenta con un término que responde a las características de la típica penillanura, en la que sobresalen cerros como el de Cabeza Baldoso y El Bostal.

Naturaleza

El río Aliste, en su extremo norte, y el arroyo Cebal contribuyen a que estas sean tierras de abundantes pastos que conviven con bosque de ribera y más alejados los de encinas.
El notable grado de conservación de su medioambiente, junto con su diversidad, ha propiciado que éste sea un territorio habitado por una notable fauna salvaje, a pesar de la actividad agrícola y ganadera que aún se desarrolla en la localidad. Es por tanto una localidad en la que su término cuenta con parajes en los que se pueden ejercitar actividades cinegéticas, de campeo y avistamiento de fauna, micología, senderismo o de fotografía, entre otras posibilidades.

Historia

A dos kilómetros de su casco urbano, se encuentra el yacimiento arqueológico de «El Castrico», prueba palpable del antiguo poblamiento de este territorio. Se encuentra sobre una colina cercana a la confluencia del río Aliste y del arroyo Cebal. De cronología de la Edad del Hierro II, con posibilidades de haber sido habitado en la Edad del Bronce, es un recinto ovalado del que apenas se conservan restos de su muralla. De él se han extraído cenizas, fragmentos cerámicos, muelas, un molino barquiforme y un hacha de bronce, entre otras piezas.
La cercanía de Portugal hizo que estas fueran tierras de paso y conexión, existiendo una antigua vía por la que frecuentaba el contrabando.

Economía

Este es un pueblo ganadero, en la que predomina la cabaña ovina, pero también vaca Alistana. De estas tierras, y otras adyacentes, son los «churreros de Aliste», encargados de mantener la ancestral ruta de transhumancia de la Cañada Real. Al margen de la ganadería y de la agricultura, esta localidad contó con una mina de pizarra que en la actualidad está inactiva. En los últimos años ha tomado un notable impulso la actividad micológica, de la que se espera tener buenas perspectivas comerciales.

Patrimonio

Fradellos conserva notables muestras de la típica arquitectura de Aliste, con construcciones vernáculas en las que es frecuente el uso de adobe, pizarra, madera y en menor medida granito, además de teja. Conserva diversas muestras de la típica vivienda de dos plantas con sus balconadas y corralones.
De su casco urbano destaca la iglesia parroquial de San Miguel Arcángel, ubicada al fondo del pueblo. Su espadaña ha sido adscrita al siglo XVII, al igual que la imagen de San Miguel que, junto a la cruz parroquial y otras imágenes, se encuentran en su interior. Cuenta también con el Santuario de la Virgen de Fátima, ubicado en la era de la localidad, que fue bendecido en 1975 erigido a instancias de dos hermanos religiosos de la Congregación del Corazón de María que lo financiaron como homenaje a sus padres por las bodas de oro, tal y como indica una placa. Se trata de una estructura sencilla, en la que se guarece una imagen de la virgen de Fátima sobre una columna y un sencillo altar de piedra, junto con muestras diversas de la devoción y religiosidad popular en forma de flores, ofrendas o notas.
Además cuenta con otras muestras de patrimonio singular, entre las que destaca un puente de lascas de piedra que sortea las aguas del río Aliste, diversas fuentes y pontones, un molino en el Cebal, un potro de herrar y un paisaje de cercas, huertos y prados, además de una Cruz metálica (instalada en el 2000) junto al antiguo y rústico crucero mutilado, ambas frente al Santuario de la Virgen de Fátima.

Fiestas

Celebra la romería de la Virgen de Fátima, celebrada cada el segundo domingo de mayo en el santuario situado en la era de Fradellos. ësta es una sencilla ceremonia en la que se traslada la imagen de la virgen desde la iglesia hasta el templete del santuario. A ella acuden numerosos devotos del pueblo, y de localidades vecinas, para celebrar una misa al aire libre y el rezo del rosario, para la posterior vuelta en procesión. Se trata de una romería estrictamente religiosa, adaptada a la cultura etnográfica de un pueblo produndamente pastoril.
Las fiestas patronales son a finales de septiembre, San Miguel, en las que se combinan actividades religiosas –misa y procesión- con tradicionales y lúdicas deerivadas de su folclore, con bailes y encuentros gastronómicos populares.